Observar la propia violencia
Cuando en el interior se está librando una batalla, aparece un enemigo exterior. La observación se halla bajo mínimos en momentos de furia y lucha. A alguien dispuesto a observarse le sería difícil pelear. Pasar a través del estado de conflicto interior es una disciplina auténtica para crecer, para frenar el acto de cometer violencia hacia uno mismo o hacia otro